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PANDEMIA
Durante casi dos meses, más de 500 migrantes venezolanos tuvieron que acomodarse en un potrero frente a la Terminal del Norte, en Bogotá. a temperaturas heladas, en cambuches hechos con bolsas de plástico, pedazos de madera y palos y que se convirtieron en el único refugio para esperar en medio de la pandemia y de una crisis que ha dejado más de 81 mil migrantes venezolanos retornados. Muchos de ellos, mujeres con menores de edad o en avanzado estado de gestación.
Esperaban en ese limbo poder salir hacia Cúcuta o algún otro lugar de frontera con Venezuela. Esperaban en ese limbo porque los han sacado de sus arriendos, les cortaron los servicios básicos donde vivían o se han quedado sin trabajo. Sin poder tomar muchas medidas sanitarias, montaron con muy poco este campamento, sin poder prender fogatas para cocinar o calentarse, sin baños o agua potable.
Este reportaje escrito y fotográfico fue publicado en VICE News en español.
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