Public Project
Punishment Book
A sort of a diagnostic technique where an image was obtained by exposing one of those fears to that source of high-energy radiation, that light that shelters and before all this global commotion saved us every day. When a fear interposes itself between that source of radiation and a receiver - sometimes my family, sometimes myself, almost always nobody - the densest parts of that fear appear in different tones, as if on a scale of uncertainties, forming a phrase, a question or a song.
During this time I have seen how many people who make images have given themselves poetic licenses and is notorious that some times they are breathing their own exhaustion, a product of overexposure to oneself and to the way we have made us to see ourselves. The pandemic has forced us to face those other enclosures, those ones that put you face to face with the incendiary force of fear.
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FOTODEMIC - Punishment Book by Andrés Yépez
[ESPAÑOL]
Aprovechando que la cuarentena y mi propio encierro se alinearon, he buscado hacer de este confinamiento el cuerpo que contiene mis miedos y mi casa la isla que me tiene atrapado con ellos. Ellos y yo procuramos que la luz entre a través de las grietas y ventanas de mi casa, al punto de volverse casi un ejercicio radiográfico; y de dicho ejercicio nace este pequeño ensayo.
Una suerte de técnica diagnóstica mediante la cual se obtenía una imagen al exponer uno de esos miedos a esa fuente de radiación de alta energía, esa luz que abriga y que antes de toda esta conmoción salvaba cada día. Cuando un miedo se interpone entre esa fuente de radiación y un receptor -a veces mi familia, a veces yo mismo, casi siempre nadie-, las partes mas densas de ese miedo aparecen en diferentes tonalidades, como en una escala de incertidumbres, formando una frase, una pregunta o una canción.
Durante este tiempo he visto como muchas personas que hacen imagen se han dado licencias poéticas y se nota como a ratos están respirando su propio agotamiento, producto de la sobrexposición a uno mismo y a la forma de como nos vemos. La pandemia nos ha obligado a enfrentar esos otros encierros, los que te ponen cara a cara con la fuerza incendiaria del miedo.
Aprovechando que la cuarentena y mi propio encierro se alinearon, he buscado hacer de este confinamiento el cuerpo que contiene mis miedos y mi casa la isla que me tiene atrapado con ellos. Ellos y yo procuramos que la luz entre a través de las grietas y ventanas de mi casa, al punto de volverse casi un ejercicio radiográfico; y de dicho ejercicio nace este pequeño ensayo.
Una suerte de técnica diagnóstica mediante la cual se obtenía una imagen al exponer uno de esos miedos a esa fuente de radiación de alta energía, esa luz que abriga y que antes de toda esta conmoción salvaba cada día. Cuando un miedo se interpone entre esa fuente de radiación y un receptor -a veces mi familia, a veces yo mismo, casi siempre nadie-, las partes mas densas de ese miedo aparecen en diferentes tonalidades, como en una escala de incertidumbres, formando una frase, una pregunta o una canción.
Durante este tiempo he visto como muchas personas que hacen imagen se han dado licencias poéticas y se nota como a ratos están respirando su propio agotamiento, producto de la sobrexposición a uno mismo y a la forma de como nos vemos. La pandemia nos ha obligado a enfrentar esos otros encierros, los que te ponen cara a cara con la fuerza incendiaria del miedo.
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