El lunes 9 de noviembre de 2020, alrededor de las 7 p.m., el Congreso peruano aprobó la vacancia del entonces presidente Martín Vizcarra. Rápidamente, las calles estallaron en contra de la ascensión del gobierno de Manuel Merino, quien asumió el poder por ser el presidente del Congreso en ese momento. Esa noche, hubieron fuertes enfrentamientos entre la Policía y el grupo de manifestantes que no dudaron en salir a rechazar este golpe a la democracia peruana.
Al siguiente día, aproximadamente a las 9 a.m., las calles del centro de Lima se llenaban de manifestantes que intentaban llegar Palacio de Gobierno y el Congreso de la República. La policía tuvo que utilizar sus armas de fuego para obligar a las masas a retroceder.
Para el día jueves 12 de noviembre empezaron los disparos directos con perdigones de plomo contra quienes se manifestaban en las calles. Muchos sufrieron graves heridas en órganos vitales como pulmones, intestinos, rodillas, cabeza, incluso fotoperiodistas y reporteros se vieron afectados severamente.
Para el sábado 14 de noviembre, el rechazo era nacional. En Lima, los manifestantes se organizaron para protegerse con cascos, guantes, escudos y máscaras antigas, sin embargo, a muchos solo les quedaba correr para cuando los policías empezaron a disparar. Los enfrentamientos empezaron a las 7 p.m. y para las 8.20 p.m. ya se confirmaba
la muerte de Bryan Pintado, un joven de 22 años que sufrió el impacto de 11 perdigones de plomo entre el rostro y el cuello. Para las 10 p.m. se confirmó
la muerte de Inti Sotelo, un joven de 24 años que sufrió el impacto directo de un perdigón de plomo en el corazón, murió en camino al hospital.
Para el 2023, ninguno de los responsables políticos es investigado por el Ministerio Público. Las denuncias constitucionales contra Manuel Merino y sus ministros fue archivado por el Congreso. Solo queda en pie la investigación contra los policías responsables por la muerte de Inti y Bryan y los heridos graves que hasta hoy conviven con las consecuencias de los impactos que sufrieron.
La impunidad reina en el Perú.