Natura.
La belleza de lo que ya no vive. Desde niño, en las visitas a museos de naturaleza, siempre me pareció sorprendente el hecho de ver alrededor una gran cantidad de animales y plantas, siempre estáticos, eternamente, simulando estar vivos. Con los años, cuando algún día reflexioné sobre el trabajo de un taxidermista, esta idea y necesidad de conservar algo que ya no vive, el buscar conservar y mantener una estética y que de alguna forma nos engaña y busca dar nueva vida a algo que ya lo ha perdido. Por su parte, la biología, en su afán de estudiar y entender a los seres vivos, realiza como parte de sus procesos de estudio, el crear colecciones botánicas, entomológicas y de animales para cumplir una función totalmente distinta, pero realizando la misma acción de conservar, acumular, clasificar y enseñar. La labor fotográfica, de una u otra forma, se cruza con estas ramas, utilizando estos mismos patrones de querer capturar, coleccionar, conservar, clasificar y acumular, en este caso, imágenes. Hay muchas influencias para mí en esta serie, que va desde los primeros exploradores y sus registros en los que se documentaba con dibujos e imágenes lo que iban encontrando en las expediciones, el deseo de aprender, conservar y coleccionar, estas imágenes están hechas con técnicas de mediados del siglo XIX, como un acercamiento a la forma que se dieron estos primeros registros en el pasado.