Partir.
Así como hay hombres-hiena y hombres-pantera, yo
seré un hombre-judío,
un hombre cafre
un hombre-hindú-de-Calcuta
un-hombre-Harlem-sin-derecho-a-voto
El hombre-hambre, el-hombre -insulto, el hombre-tortura
se le podría
prender en cualquier momento, molerlo a golpes-matarlo
por completo
sin tener que rendirle cuentas a nadie.
Cuando la historia se escribe como debería escribirse, es la moderación y la larga paciencia de las masas lo que los hombres se asombrarán, no su ferocidad.
Aimé Césaire
En La Plaza de la Bandera al llegar se respire un sentido cívico que he visto en pocos espacios; si, cívico pues hay muchos voluntarios los cuales proveen desde agua y pizzas, recogida de basura, servicios médicos básicos: las necesidades primordiales no solo de nuestro pueblo, pero de cualquier humano son resueltas espontáneamente por personas que se ofrecen a hacerlo y otros proveen de su bolsillos los artículos sin esperar nada a cambio. En una sociedad que la nueva clase alta, gracias a las redes, desfilas sus riquezas de millonarios de verdad (entiéndase yates, relojes, carros, casas y la comodificación de la mujer) ver a una joven de menos de 20 años haciendo trabajo voluntario, sin ninguna organización pedírselo o buscando likes, es una llamada a observación y respeto a esa persona. Recoger basura es un trabajo de la clase baja por la estructura social y esquema de salarios, ver a estos jóvenes y escuchar locutores o personalidades de la radio catalogarlos de “popis”, solo me pone a pensar cuando han hecho algo voluntario o compartido su riqueza estas personas que critican.
Conozco a unos cuantos jóvenes que están protestando y no creo que se puedan estereotipar como tales, al igual que la mayoría que veo acá (obvio nombres por razones claras), desde una joven estudiante universitaria de 18 años que se siente robada en su primera oportunidad de votar; a otro de 25 que siendo un estudiante meritorio y trabajador, no ve futuro en el país ni empleo; me contaba como despertaba a las 5:00 am para poder estudiar en el ITLA; otros que se van y regresan en transporte publico a su casa, tarde, escondiendo sus cámaras por temor a un asalto al llegar, pero con la valentía de hacer fotos, ser testigos, y dejarnos su visión del momento; exigiendo el derecho de un ciudadano, pues lo son, y plasmando su visión.
Hable, leí varias pancartas, pero lo que mas me impresiono es el sentido de nación basado en un sistema democrático, no el falso que han vendido los intereses políticos; un sistema que falló a sus usuarios. Un sistema que según el fabricante (la Junta Central Electoral) era 100% libre de errores. Los usuarios, clientes (el pueblo) confió y voto, al fallar por reconocimiento del mismo fabricante -el cual canceló su derecho a el voto a el pueblo- y este llamar a # 1-800 juntaxxx, sin respuesta: se plantaron frente a la oficina: La Plaza de la Bandera.
Por lo cual empiezo con Aimé Césaire, que expone los resultados de negar el voto y sus consecuencias a una persona por ser judía, negra, hindú, dominicana o que no voto por el “candidato del sistema”; la respuesta de 1-800-juntaxxx es perpetrarse en el poder.
Creo que Si uno tiene hijos, alumnos, tuvo profesores conscientes y comprometidos (a los cuales se le debe mucho), o siente algo por esta isla: Vaya a la plaza.
Nota:
Los textos de Aimé Césaire son:
Jacobinos negros.
Discurso Antillanos